Este libro no solo es una exégesis del admirable pasaje de la Samaritana del Evangelio de San Juan capítulo 4, sino también es como un ensayo de psicología femenina. La mujer frívola, mundana, sin ansia alguna de espiritualizarse; la cristiana mediocre, tibia y en perpetua transacción con Dios y con el mundo; la joven piadosa pero de piedad un poco romántica y sensiblera; la niña de verdad fervorosa, con ansias de instruirse y superarse, y finalmente la santa anónima, como la Samaritana, cuyo nombre no consigna el Evangelio, han inspirado los capítulos de este libro. Creo que “La Samaritana” puede ser útil a toda la categoría de almas enumeradas, desde la que, como la pecadora de Sychar llegó en un mediodía al pozo de Jacob, hasta la que anhela, como Teresita de Lisieux, derramar sobre este pobre mundo brazadas de rosas. En un maravilloso esbozo nos presenta, el episodio de la Samaritana, la personalidad entera de Nuestro Señor Jesucristo, como Hombre al lado de nosotros, y como Dios tan cerca de nosotros. La ternura del Corazón de Jesús se manifiesta en sus llamados inolvidables en los que nos revela las ansias de darse a nosotros. ¿Podríamos resistir a sus avances, cuando vemos cómo Él transforma el corazón de los hombres?